miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Qué música inspira a nuestros escritores favoritos?

¡Buenas a todos y a todas!, hoy os traemos un montón de cosas nuevas, como habréis leído en el título nos proponemos acercaros un poco más a vuestros escritores favoritos, todos tenemos una inspiración, una musa o algún tipo de motivación a la hora de hacer las cosas. Crear es sinónimo de imaginar, y la imaginación se construye con arte, ¿Qué mejor que un poco de música para que nuestro cerebro se ponga a funcionar?

Hoy os resumimos noticias de distintos periódicos en las que se habla de canciones, grupos musicales o solistas que inspiran a los escritores. ¡vamos a ello!
Los Beatles inspiran nuevo cuento de Haruki Murakami
El escritor Haruki Murakami publica un relato titulado "Drive My Car", como la canción de los Beatles, en una revista japonesa. Además, acaba de editarse en español y con ilustraciones "Sueño", otro cuento hasta ahora inédito. Murakami, gran melómano, vuelve a incluir a los Beatles dentro de su universo ficcional, algo que ya hizo anteriormente con una de sus más célebres novelas: Norwegian Wood, publicada en español como Tokio Blues. 
Drive My Car y Norwegian Wood son los dos primeros temas del álbum Rubber Soul (1965), uno de los más importantes de la historia de la música y de lo mejor de la etapa psicodélica de los fab four. En Tokio Blues, es la melodía de aquel tema acreditado a Lennon la que dispara el recuerdo de Watanabe, el protagonista.
Existen canciones que inspiran libros. La música y los libros van de la mano, sin proponérselo los compositores y escritores crean melodías e historias provocadas por inspiraciones de un momento, que nos acompañan toda la vida.
"Hay que escribir libros como quien compone música”
 (Novalis – Poeta y escritor alemán 1772-1801)
FEDERICO GARCÍA LORCA
Primeras canciones y Canciones (1927)
Escritos entre 1922-1924, fueron publicados en 1927.Gerardo Diego ante esos poemas: “¿es esto poesía, pintura o música?”. El empleo de temas infantiles sirve al poeta para recordar la infancia perdida y analizar, doloridamente, el presente de adulto al que la pérdida de la inocencia ha dado lugar. La dimensión infantil da a la obra un carácter juguetón y caprichoso, mezcla de belleza y fealdad. Hay en ella vestigios dada, con gran dominio de la técnica de los métodos poéticos. Vacila entre la vaguedad y la bruma, pero presagia ya la obra siguiente.
Canciones: En esta obra, Lorca se mueve en una simbología mítica universal o de tradición hispánica: sol – luna – cuchillo – jinete. En el Poema del cante jondo, Lorca empleará el simbolismo de la muerte en el folclore andaluz. Se inspirará en canciones de cante flamenco y canciones populares de Andalucía.
Recientemente, el escritor Federico Moccia ha sacado un nuevo libro, la segunda parte de “Ese instante de felicidad” la historia de amor entre Nico y María, Nico viaja a España para perseguir el amor de su vida.
El libro, “Tú simplemente tú”, aunque no se ha inspirado en ella sí que ha dicho que hay una canción española que describe a la perfección su nueva obra, y no es otra que “Tú, solamente tú” de Pablo Alborán. ¿Será coincidencia que los títulos sean casi iguales? 
Verónica Palma: ¿Con qué canción (italiana o española) describirías tu novela?

La he escuchado justo estos días y me ha llegado, porque me parecía hecha a propósito para esta historia: divertida, simpática, pero también llena de pasión. Solamente tú, de Pablo Alborán.

En otros casos es la literatura la que inspira a la música:

La literatura inspira al rock: De George Orwell a Lou Reed

Las novelas, los poemas y sus autores han nutrido el imaginario de varios discos y canciones de la moderna música popular: Bob Dylan, The Beatles, Pink Floyd, David Bowie, Lou Reed, entre otros, han caído bajo la sugestión del poder verbal de muchos clásicos.
John Steinbeck publicó su novela Las uvas de la ira en 1939. Allí contó las dificultades extremas que vive la familia Joad en su viaje a California, donde buscarían ganarse la vida ante las consecuencias de la crisis económica de Estados Unidos en esa época. En 1940 el estudio Fox lanzó la película del mismo título basada en el libro y dirigida por John Ford, y en 1995, el músico de rock Bruce Springsteen publicó The Ghost of Tom Joad , un disco inspirado en la historia de Steinbeck. Las canciones de Springsteen cuentan de gente que padece situaciones similares a las de la familia Joad, pero en la época actual.

Nombres y canciones
El rock se inspira en la literatura de muchas maneras, desde simples títulos de canciones hasta discos enteros dedicados a obras o escritores. Ejemplo de lo primero puede ser la pieza instrumental Moby Dick, de Led Zeppelin, en la cual los integrantes tocan los instrumentos con la intensidad y el virtuosismo que los caracterizó. No hay allí ninguna voz que cante acerca de la ballena blanca de Melville, pero cabría pensar que la energía del sonido hace imaginar algo grande y pesado que se aproxima.

Otros casos son menos abstractos. Bob Dylan, por ejemplo, cuyo verdadero apellido es Zimmerman, usó ese nombre en homenaje, dice la leyenda, al poeta Dylan Thomas. The Doors, la banda estadounidense de fines de los años 60 y comienzos de los 70, se inspiró para su nombre en un libro de Aldous Huxley: Las puertas de la percepción ,que a su vez, hace referencia a un verso del poeta inglés William Blake.

Ambos hicieron, además, varias canciones referidas a obras literarias. The End of The Night, por ejemplo, escrita cuando Jim Morrison -el vocalista y principal compositor de los Doors- tenía 22 años y antes de ser famoso, está basada en la novela Viaje al fin de la noche de Louis-Ferdinand Céline. Esto no es extraño si se advierte que Morrison fue un lector voraz de Nietzsche y que estuvo siempre atento a las corrientes intelectuales de su época.

Más allá de su nombre artístico, las letras de Bob Dylan están repletas de menciones a personajes y escritores, de manera no muy distinta de como los cuentos y ensayos de Borges refieren a otros autores y otras obras. Por mencionar apenas un ejemplo: Dylan nombra al jorobado de Notre Dame, al fantasma de la ópera, a Ezra Pound y a T. S. Eliot en una sola de sus canciones: “Desolation Row”.

También Led Zeppelin tiene alguna referencia más directa a la literatura. Quienes hayan leído El Hobbit y El señor de los anillos reconocerán en “Ramble On” la mención al personaje Gollum y a Mordor, la región donde debe destruirse el anillo imaginado por J. R. R. Tolkien. Robert Plant, el vocalista, había leído ambas historias con entusiasmo. De ahí que la canción apareciera en el segundo LP de Led Zeppelin, publicado en octubre de 1969.

Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, ese disco de los Beatles de 1967 que fue la bisagra para que el género rock pasara a ser considerado un arte y dejara de ser sólo una forma simple dirigida a los jóvenes, incluyó en su tapa imágenes de varios escritores. Allí están Edgar Allan Poe, Herbert George Wells, Aldous Huxley, Karl Marx, Lewis Carroll, George Bernard Shaw, Oscar Wilde y Dylan Thomas. También figura Bob Dylan, que además de músico de rock e ícono cultural de la época, puede ser definido como poeta por las formidables letras de sus canciones. Todos ellos aparecen detrás del grupo junto con otras personalidades de diversos ámbitos, para simular el público de un concierto recién terminado. Si los Beatles incluyeron a estos escritores como su público imaginario, significa que sus inquietudes artísticas tenían en cuenta las creaciones de todos ellos. Los méritos de este disco, considerado hoy una obra maestra, van en todo caso más allá de su portada. Incluso hay libros enteros sobre el tema, como Vida y milagro de Sgt. Pepper’s , de Clinton Heylin.

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