domingo, 11 de mayo de 2014

Reseña de El caballero de la armadura oxidada

Título: El caballero de la armadura oxidada

Autor: Robert Fisher

Editorial: Obelisco

Nº de páginas: 112

Encuadernación: Tapa blanda

Fecha de publicación: 1989

Precio: 6,00 € (Casa del Libro)

Sinopsis

Este título no es un libro…es una experiencia que expande nuestra mente, y que alimenta nuestra alma. El protagonista, un caballero deslumbrado por el brillo de su propia armadura, a pesar de ser bueno y amoroso, no consigue comprender y valorar lo que tiene, descuidando sin querer las cosas y las personas que lo rodean. Su armadura se va oxidando hasta que deja de brillar y cuando se percata de ello, ya es demasiado tarde, pues ya no puede quitársela. Prisionero de sí mismo, emprende un viaje…el cual se describe en siete capítulos.

Resumen

Había un caballero que era famoso por su brillante armadura. Durante años se esforzó en ser el número uno, y siempre había una batalla que ganar, un dragón que matar o una damisela a la que rescatar. Como consecuencia de esto, el caballero pasaba poco tiempo con Julieta, su esposa, y Cristóbal, su hijo. Con el tiempo el caballero se enamoró tanto de su armadura que no se la quitaba para nada, ni para cenar o dormir. Y poco a poco su familia fue olvidando su aspecto. Hasta el punto de que su mujer pensaba que él amaba más a su armadura que a ella, y le exigió que se la quitara o le abandonarían ella y Cristóbal. Pero cuando el caballero intentó quitársela no pudo. Acudió al herrero y nada pudo hacer por él. Entonces se dio cuenta de que podría morir pronto por inanición dentro de esa armadura. Por lo que decide ir a buscar al mago merlín para que le libere de ésta.

Durante su andadura en solitario por el bosque buscando al mago, se da cuenta de que había muchas cosas que no sabía. Al encontrarlo, el mago le dice que no ha estado perdido durante meses, sino que lo ha estado toda su vida. Le explica que la vida es amarga al principio, y que luego, a medida que la degustas es más apetecible. Le expone que puede liberarse de esa armadura, porque no nació con ella, sino que se la puso el mismo. Merlín le aconseja que primero debe saber sí su familia desea que vuelva, y hace mandar a una paloma llamada Rebeca con la nota, pero desde un principio el caballero duda de la capacidad del animal para este recado. Cuando la nota regresa en blanco el caballero llora, y así comienza el primer paso para liberarse de su armadura. Merlín le indica que debe seguir el sendero de la verdad y atravesar los tres castillos que allí se encuentran para librarse de la armadura. Durante su travesía le acompañaran la paloma Rebeca y una ardilla, que se encargara de darle la comida a través de las ranuras de la visera de su yelmo. El caballero en un primer momento piensa que en cada castillo habrá dragones y damiselas a las que rescatar, pero le explica merlín que no es así, ahora debe aprender a salvarse el primero antes de salvar a otros. Solo se abrirá la puerta de cada castillo cuando haya aprendido lo que ha ido a aprender. De pronto observa que su visera se ha oxidado y roto, y entiende que es por las lágrimas que anteriormente derramo por la nota de su hijo. Comprende que solo las lágrimas auténticas, los sentimientos verdaderos, le librarían de su armadura.

En el primer castillo, el castillo del silencio, acepta que la mayoría de la gente está atrapada en su armadura, y de que ponemos barreras para protegernos de quien en realidad somos. Se percata aquí, de que tenía miedo de estar solo, y de que ha perdido el tiempo hablando de lo que había hecho y de lo que iba a hacer. Nunca había disfrutado de lo que pasaba en el momento. Al escuchar el silencio del castillo, comprende la soledad de Julieta. Entonces llora y escucha por primera vez una voz que sale de su interior, que es su conciencia, su yo verdadero, se llama Sam. Le dice que siempre ha estado ahí, pero que nunca le ha escuchado.

Pasa al castillo del conocimiento, y en este lugar, deduce que en realidad había necesitado más a Julieta de lo que la había amado. De que había necesitado este amor, porque no se amaba a sí mismo, y sí no hacia esto, como iba a poder amar a otros. Sam le dice: pusiste una armadura invisible entre tú y tus verdaderos sentimientos, y pasabas la vida intentando agradar a la gente. Todo lo hacía para demostrar que era bueno, generoso y amoroso. Pero en realidad interpreta que no tenía que demostrar nada, él era bueno, generoso y amoroso. Se percata de que los árboles son felices siendo simplemente árboles, su ambición de corazón es pura, no compiten con nadie ni hacen daño a nadie. Y de repente cae la armadura de sus pies y brazos. Solo le queda la armadura del pecho.

Entra en el último castillo, que es el de la voluntad y la osadía. Aquí aparece un dragón, pero no tiene espada, y se da cuenta de que tienen que vencerlo de otra forma. Le dice Sam: debes tener la voluntad y la Osadía de ponerte a prueba el conocimiento que tienes. En ese momento es consciente de que el dragón solo existía, si él creía que existía. Y entonces se dirige hacia él sin miedo. El dragón por más que lanza llamaradas no le consigue hacer arder.

Finalmente sale airoso del último castillo, y emprende el camino a la cima. Mientras la escala se percata de que toda su vida se ha aferrado a cosas conocidas; su identidad, sus creencias y sus juicios. Y entonces ve la roca a la que se está aferrando al escalar la montaña y decide soltarse, piensa confía. Confía en la vida, en el universo, en la fuerza… Recordó todas las cosas de su vida de las que había culpado a los demás y los juicios que había hecho contra ellos. Entiende que él era la causa y no el efecto. A continuación se encontraba a salvo de pies y rebosante de amor, por Julieta, Cristóbal…por todos. Mientras piensa: casi muero por todos las lágrimas que no derrame. En ese mismo instante, se quitó el resto de la armadura. Y ahora lloraba de alegría, porque ahora era el arroyo, la luna, el universo. Ahora era todas esas cosas a la vez.  

Opinión

Es un cuento que comprende la forma de comportarnos, nuestros temores y como disfrutar de nosotros mismos y de nuestro entorno. El primer paso es reconocer los miedos e inquietudes que todos hemos tenido en algún momento de nuestra vida. Por ello cuando el personaje asciende la montaña, en realidad, asciende la montaña de la vida. Y nos sentimos reflejados en el viaje del caballero plagado de esperanzas y desesperanzas, ilusiones y desilusiones, de risas y lágrimas. Nos enseña que debemos liberarnos de las barreras que nos impiden conocernos y amarnos a nosotros mismos para ser capaces de dar y recibir amor.

En mi opinión muestra que no hay que centrarse en conseguir un solo propósito, sino que hay que cuidar todo lo que nos rodea y sobre todo a nuestros seres más queridos. No es bueno disfrutar de las cosas solos, hay que compartir los buenos y los malos momentos.

Asimismo no debemos centrarnos en las grandes cosas simplemente, ya que hoy en día nos volvemos insensibles. Nos hemos convertido en una sociedad muy materialista y olvidamos valores como la amistad, el amor…etc. Tenemos que liberarnos de los prejuicios y no creernos más que nadie en ningún momento.

Además, no interesa lo que dirán si lo que estamos haciendo nos llena. Y sobre todo que no nos importe mostrar nuestros sentimientos ante otros. 

Y para solfear las letras, un poco de música...

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